miércoles, 23 de mayo de 2012

DEFINICIÓN DE COMUNICACIÓN DIDÁCTICA. CARACTERÍSTICAS Y EVOLUCIÓN

INTRODUCCIÓN
La didáctica surge históricamente ante la necesidad de hacer efectivo y sistemático el proceso de comunicación de los conocimientos y valores culturales propios de cada grupo social a los nuevos miembros del mismo.
       







De la comunicación didáctica podemos destacar las siguientes características:
-          Selección y organización de los contenidos a comunicar
-          Utilización adaptada de lenguajes
-          Sistematización de las actividades
-          Utilización de recursos especialmente diseñados
Una importante condición para el desarrollo de la comunicación didáctica es la existencia de un contexto relacional de carácter interpersonal y grupal. Sin la presencia de personas la comunicación no es posible y son precisamente las características de las personas, a las que en gran medida determinan también las de la comunicación. El grupo social constituye el contexto natural de la comunicación y aporta a la misma sus lenguajes, contenidos y finalidades.
El ámbito relacional en el que se produce la comunicación didáctica se caracteriza por distintos niveles:








Cuadro de texto: Ámbito del aula, la formalización de las relaciones están en función de las reglas de interacción que en ella se hayan establecido

Cuadro de texto: La relación profesor-alumno, esta formalización viene dada por la intervención de los roles institucionales respectivos.

Cuadro de texto: Ámbito del centro escolar, la formalización esta condicionada asimismo por el clima institucional y el conjunto de normas que determinan la naturaleza de las relaciones


 
 La comunicación didáctica no siempre es formal, en los resquicios de lo no planificado surge de manera espontanea, la comunicación natural, que se combina con la de carácter formal.


Cuando profesor y alumno se olvidan que son tales y se entienden y hablan como compañeros, amigos o familiares, la comunicación deja de ser formal para convertirse en espontanea. Cuando profesor y alumno se olvidan de lo más humano que hay dentro de cada uno y someten su relación al marco estricto de una serie de reglas establecidas, cuando pierden sensibilidad hacia lo afectivo y original, la comunicación didáctica se formaliza excesivamente.
Un término medio en la combinación entre formalismo y espontaneidad constituyen la meta ideal a lograr en la comunicación didáctica que si bien es cierto que ha de poseer cierto nivel de formalización, éste deberá acomodarse a la naturaleza de la situación, del contenido y a las características de los alumnos.
La existencia en los centros escolares de estructuras organizativas constituye una importante garantía para la elaboración de normas. Es importante que a nivel de aula el profesor sea capaz de estimular la participación de sus alumnos en la elaboración y mantenimeinto de unas normas mínimas de relación y comunicación.
A veces estas relaciones dependen mucho de la clase social del profesor y el alumno. Cuando ambos pertenecen a la misma clase social, existe una continuidad de intereses, valores, actitudes, costumbres y lenguajes que hacen más fácil la comunicación. Cuando el alumno pertenece a un nivel social distinto al del profesor, la relación y comunicación entre ellos es menos intenta y frecuente. Al igual que los alumnos de clase social deprimida acumulan mayor nivel de “fracaso escolar” y desarrollan actitudes negativas hacia los contenidos de enseñanza, el profesor y la misma escuela.
La comunicación interpersonal profesor-alumno ocupa un importante lugar en el proceso didáctico, es necesario referirse también a las formas de comunicación grupal:
-          La más utilizada es la enseñanza convencional de carácter colectivo: un grupo más o menso numerosos de alumnos realiza la misma tarea al mismo tiempo bajo la dirección de un profesor pero sin ayudarse mutuamente, las relaciones son competitivas.
-          A esta forma de comunicación grupal colectiva se opone la modalidad cooperativa: el grupo se reestructura en subgrupos según diversos criterios. El trabajo se organiza de modo que dentro de cada grupo surgen vínculos de ayuda mutua, de comunicación e interdependencia.  Desaparece la competitividad y se fortalece el entendimiento, la ayuda, la colaboración, la solidaridad. En la estructura cooperativa del trabajo escolar la comunicación no solo se castiga, sino que es estrictamente necesaria para la coordinación de esfuerzos y la realización de tareas.

Para entender la naturaleza de la comunicación didáctica a cierto nivel de profundidad, es necesario situarse en el lugar del alumno y en el del profesor.
1-      El alumno asiste a la escuela en gran medida obligado por una importante presión familiar y social. Tanto la propia familia como el resto de sectores sociales con los que el alumno se vincula destacan la labor positiva de la escuela. El alumno no puede elegir a su profesor ni a sus compañeros, sin embargo debe ser capaz de integrarse y desarrollar un determinado nivel de eficacia en la comunicación
2-      Desde la perspectiva del profesor. A través de la comunicación con los alumnos el profesor debe cumplir con sus roles profesionales básicos de enseñante y organizador, dado que institucionalmente se le exige un determinado nivel de eficacia en los mismos. El profesor necesita sentirse aceptado y apreciado para sentir un nivel mínimo de seguridad, este trata de influir en los alumnos a través de su cargo, de su preparación profesional y de sus dotes personales.
Cuando un alumno se comporta de acuerdo con las normas impuestas por el profesor, éste le premia reforzando su conducta y cuando no obedece dichas normas recibe un castigo como factor inhibidor de la misma