DEFINICIÓN DE COMUNICACIÓN DIDÁCTICA. CARACTERÍSTICAS Y EVOLUCIÓN
INTRODUCCIÓN
La
didáctica surge históricamente ante la necesidad de hacer efectivo y
sistemático el proceso de comunicación de los conocimientos y valores
culturales propios de cada grupo social a los nuevos miembros del mismo.
De la
comunicación didáctica podemos destacar las siguientes características:
-
Selección y organización de los contenidos a comunicar
-
Utilización adaptada de lenguajes
-
Sistematización de las actividades
-
Utilización de recursos especialmente diseñados
Una
importante condición para el desarrollo de la comunicación didáctica es la
existencia de un contexto relacional de carácter interpersonal y grupal. Sin la
presencia de personas la comunicación no es posible y son precisamente las
características de las personas, a las que en gran medida determinan también
las de la comunicación. El grupo social constituye el contexto natural de la
comunicación y aporta a la misma sus lenguajes, contenidos y finalidades.
El
ámbito relacional en el que se produce la comunicación didáctica se caracteriza
por distintos niveles:
La
comunicación didáctica no siempre es formal, en los resquicios de lo no
planificado surge de manera espontanea, la comunicación natural, que se combina
con la de carácter formal.
Cuando profesor y alumno se olvidan que son tales y se entienden y
hablan como compañeros, amigos o familiares, la comunicación deja de ser formal
para convertirse en espontanea. Cuando profesor y alumno se olvidan de lo más
humano que hay dentro de cada uno y someten su relación al marco estricto de
una serie de reglas establecidas, cuando pierden sensibilidad hacia lo afectivo
y original, la comunicación didáctica se formaliza excesivamente.
Un
término medio en la combinación entre formalismo y espontaneidad constituyen la
meta ideal a lograr en la comunicación didáctica que si bien es cierto que ha
de poseer cierto nivel de formalización, éste deberá acomodarse a la naturaleza
de la situación, del contenido y a las características de los alumnos.
La
existencia en los centros escolares de estructuras organizativas constituye una
importante garantía para la elaboración de normas. Es importante que a nivel de
aula el profesor sea capaz de estimular la participación de sus alumnos en la
elaboración y mantenimeinto de unas normas mínimas de relación y comunicación.
A veces
estas relaciones dependen mucho de la clase social del profesor y el alumno.
Cuando ambos pertenecen a la misma clase social, existe una continuidad de
intereses, valores, actitudes, costumbres y lenguajes que hacen más fácil la
comunicación. Cuando el alumno pertenece a un nivel social distinto al del profesor,
la relación y comunicación entre ellos es menos intenta y frecuente. Al igual
que los alumnos de clase social deprimida acumulan mayor nivel de “fracaso
escolar” y desarrollan actitudes negativas hacia los contenidos de enseñanza,
el profesor y la misma escuela.
La
comunicación interpersonal profesor-alumno ocupa un importante lugar en el
proceso didáctico, es necesario referirse también a las formas de comunicación
grupal:
-
La más utilizada es la enseñanza convencional de carácter colectivo:
un grupo más o menso numerosos de alumnos realiza la misma tarea al mismo
tiempo bajo la dirección de un profesor pero sin ayudarse mutuamente, las
relaciones son competitivas.
-
A esta forma de comunicación grupal colectiva se opone la modalidad cooperativa:
el grupo se reestructura en subgrupos según diversos criterios. El trabajo se
organiza de modo que dentro de cada grupo surgen vínculos de ayuda mutua, de
comunicación e interdependencia.
Desaparece la competitividad y se fortalece el entendimiento, la ayuda,
la colaboración, la solidaridad. En la estructura cooperativa del trabajo
escolar la comunicación no solo se castiga, sino que es estrictamente necesaria
para la coordinación de esfuerzos y la realización de tareas.
Para
entender la naturaleza de la comunicación didáctica a cierto nivel de
profundidad, es necesario situarse en el lugar del alumno y en el del profesor.
1-
El alumno asiste a la escuela en gran medida obligado por una
importante presión familiar y social. Tanto la propia familia como el resto de
sectores sociales con los que el alumno se vincula destacan la labor positiva
de la escuela. El alumno no puede elegir a su profesor ni a sus compañeros, sin
embargo debe ser capaz de integrarse y desarrollar un determinado nivel de
eficacia en la comunicación
2-
Desde la perspectiva del profesor. A través de la comunicación con los
alumnos el profesor debe cumplir con sus roles profesionales básicos de
enseñante y organizador, dado que institucionalmente se le exige un determinado
nivel de eficacia en los mismos. El profesor necesita sentirse aceptado y
apreciado para sentir un nivel mínimo de seguridad, este trata de influir en
los alumnos a través de su cargo, de su preparación profesional y de sus dotes
personales.
Cuando un alumno se comporta de
acuerdo con las normas impuestas por el profesor, éste le premia reforzando su
conducta y cuando no obedece dichas normas recibe un castigo como factor
inhibidor de la misma